El invierno que acabamos de dejar atrás ha tenido las temperaturas máximas en promedio más elevadas desde que existen registros -casi 2ºC por encima de la media-, ha sido el quinto más seco y ha contado con un 32% más de horas de sol de lo habitual; esto se ha traducido en un aumento del número de incendios forestales, multiplicando por veinte el del anterior invierno, y de la superficie quemada, ocho veces por encima de la media. La primavera que hemos estrenado hace unos días también se anuncia más calurosa y con menos lluvias de lo habitual -siguen los incendios-, y probablemente lo mismo sucederá con el verano, que ahora dura de media cinco semanas más que hace cuatro décadas. Son datos y previsiones facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología que, como numerosos científicos especializados en el medioambiente, advierte de que los ‘gases de efecto invernadero’ tienen mucho que ver con lo que estamos viviendo: treinta y dos millones de españoles -un 70% de la población- ya se están viendo afectados por las consecuencias del calentamiento global. “Pero no hace falta ser científico para darse cuenta de que algo va mal, de que el cambio climático ya está ahí”, asegura Jordi Richart, portavoz de Fridays For Future (FFF) en Alicante.
El movimiento sacó el pasado 15M a las calles a varias docenas de miles de personas en España -fundamentalmente jóvenes, pero no solo- para exigirles a las autoridades que tomen medidas urgentes, efectivas y justas con la sociedad para frenar el calentamiento global; fueron y son miles en España, más de un millón y medio en todo el mundo “que ya no están solas” -dice- como lo estaba la activista sueca Greta Thunberg, de 16 años, cuando a mediados de agosto del año pasado llevó a las puertas del Parlamento de su país su protesta, una protesta que se ha convertido en la de una juventud cada vez más comprometida.
Para qué estudiar si no hay futuro
Los impulsores de Fridays For Future España están muy satisfechos por la acogida que tuvo su primera gran movilización, una acción preparada en unas pocas semanas, que es el tiempo que lleva el movimiento en el país, y tienen la esperanza y todas sus energías depositadas en que ahora que ha prendido la mecha no se apague porque ellos no tienen dudas: “No hay planeta B y o actuamos de inmediato o no podremos hacer nada no solo para revertir la situación sino ni siquiera para mitigar las consecuencias de tantos años de inacción”, advierte Jordi Richart, explicando que la prisa se debe a que “al no haber actuado cuando tocaba, el tiempo nos está pisando los talones: el Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU sobre el Cambio Climático (IPCC) sitúa el límite en 2030 y si para entonces no se han aplicado medidas como las recogidas en el Acuerdo de París, sellado en 2015, será imposible impedir que la temperatura suba hasta situarse al final de este siglo 2 o más graos centígrados por encima de la actual, con la catástrofe que eso supondrá”.
Es el mensaje que llevan repitiendo desde hace años miles de expertos que se unen ahora también con su firma a estos jóvenes que lo han hecho suyo para amplificarlo con el propósito de que, a los principales destinatarios, a los gobernantes, no les quede más remedio que escucharlo. Así responden a quienes cuestionan su irrupción diciendo que esta es una discusión que hay que dejarles a los profesionales, que ellos son demasiado jóvenes para entender el problema y que deberían estar en la escuela, en el instituto o en la universidad en lugar de protestando en las calles: “Precisamente porque nos formamos, nos informamos y -al contrario de lo que algunos quieren hacer ver- nos implicamos, conocemos a la perfección las múltiples alertas que lanzan los científicos, y nos movilizamos porque somos, en teoría, los que más futuro tenemos por delante; y precisamente eso es lo que queremos: que no nos lo arrebaten”. No en vano uno de sus lemas es ‘Para qué estudiar si no hay futuro’. “Tenemos que luchar por nuestro planeta y vamos a hacerlo porque sin una base sólida todo lo demás no importa”, afirma contundente este portavoz de FFF.
Toque de atención a los políticos y a una parte de la sociedad
En Fridays For Future están convencidos de que los conglomerados empresariales y otros grupos de presión han sido determinantes en la reticencia de los Gobiernos a activar esas medidas que los expertos pusieron hace tiempo encima de la mesa, “porque el capital importa más que el planeta”. Lo que se ha ido haciendo desde entonces son para ellas y ellos parches, no soluciones duraderas, y eso es lo que reclaman: avisan a los dirigentes políticos de que “ha llegado el momento de que se pongan las pilas y actúen con visión de futuro” porque la juventud no está dispuesta a renunciar a la vida que tiene por delante. Les parece “genial” que incluso el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, les reconozca el valor de tomar la iniciativa admitiendo que tienen razones para estar enfadados porque su generación fracasó a la hora de responder de forma adecuada al dramático desafío del cambio climático -en sus propias palabras-, y que haya dicho que le dan esperanza porque sabe que pueden cambiar el mundo; pero le recuerdan que si se han movilizado “es para darles un tirón de orejas y una lección buscando que reaccionen de una vez: Queremos que actuéis, no solo que habléis”.
Tirón de orejas a los dirigentes políticos que hacen extensivo a esa parte de la sociedad -de las generaciones anteriores y también de la suya- que, pudiendo haberlo hecho, no se ha movilizado y no se moviliza “cuando es responsabilidad de todos, no solo de los políticos, proteger la casa de todos”. Jordi Richart aclara que no quieren meter a todo el mundo en el mismo saco y destaca a la gente que sí ha luchado y sigue luchando para intentar frenar el calentamiento global y para hacer crecer esa conciencia ecologista y de respeto por el medio ambiente “que echamos en falta en nuestro país, en el que es imprescindible más educación ambiental, esa que nos falta en las aulas y que intentamos ayudar a difundir”. Se definen como un movimiento apartidista, pero él, que a sus 19 años votará por primera vez, hace una llamada con la vista puesta en las elecciones del 28A y del 26M: que “quien vaya a votar lea antes los programas de los partidos y tenga en cuenta dónde está viviendo y dónde quiere vivir”.
Dentro de cada uno de nosotros puede haber una Greta Thunberg
Asegura el portavoz de Fridays For Future Alicante que tod@s, jóvenes y no tan jóvenes, podemos contribuir a esa labor de concienciación en nuestro día a día, empezando por lo más pequeño y próximo: “Dentro de cada una de nosotras y nosotros puede haber una Greta Thunberg; lo único que tenemos que hacer es sacar a esa activista, dejar salir esas ganas de exigir que se solucione esta crisis ecológica y gritar que queremos una casa en la que vivir, que es de lo que se trata”.
Con ‘solo’ 19 años podríamos pensar que habla por hablar, pero lleva desde los 12 implicado en la lucha por la defensa del medio ambiente, participando en campamentos de educación ambiental, colaborando como voluntario en una organización ecologista…, y ahora abraza este movimiento intentando que se una a él cuanta más gente mejor “porque todo es empezar”; y anima a quien tenga esa preocupación a que levante su voz y se organice porque, repite, “más de un millón y medio de personas ya no están solas”. Explica Jordi Richart que estamos ante un movimiento “libre, que todas y todos podemos y debemos hacer nuestro para conseguir que cada vez seamos más: hemos venido para dar guerra hasta que se apliquen las medidas que propone la ciencia para evitar el desastre, sean dos o cinco años, el tiempo que haga falta, porque hay que intentar salvar el planeta”.